Pudieran ser de
colección, mas la barahúnda de hechos que en nuestro Macondo los ciudadanos no
alcanzan a asimilar, presentan la
apariencia de una competencia entre locolombianadas que no aseguran de antemano una jerarquía o clasificación estable.
*La basura (visual) que tiene
inundada a ciudades y pueblos del territorio nacional con ocasión de los
eventos eleccionarios a cumplirse en el presente año en su forma de vallas
publicitarias, afiches y carteles con lemas, anuncios y fotografías en postes, muros y paredes, que al parecer prueba la existencia de democracia en nuestra
sociedad, sólo le falta que al pie de
las fotos de muchos de los aspirantes, aparezca en mayúsculas la expresión: SE BUSCA. Seguido de: Recompensa $...!!!, que resume el mayor
aporte en ”investigación criminalística” por parte de la justicia especializada.
Un Legado de nuestro más grande estadista de perfil profundamente humanista,
AUV.
A falta de sustancialidad,
lo que ocupa el lugar de ésta, es el ruido,
la agresividad de la insulsez, de lo hueco. Saturación de lo inane con
su connatural anti-estética de apariencia barroca.
**La novelada “Absolución de iguales Vs condenas de lo diferente” con
sobre-actuación en dos capítulos (…) del sinuoso personaje cuyo nombre no
artístico es Alejandro Ordoñez, quien a través de sus artistadas hace pose magistral de víctima, cuando en su vida ordinaria es un victimario
de cuerpo entero, armado de “espada y Cruz”, credo en versión católica con
blindaje de la Biblia, extraviado en
éxtasis místico y gozo discrecional por sus hiperfunciones (que tuvieron en su
origen como referente de justificación el combate contra la corrupción), ha
creído estar viviendo los tiempos de principios del siglo XVI y, paralelamente, en contravía de la legalidad
de la que es Procurador, es uno de los apretadores
de la tenaza, de la que los responsables de parapolítica y mafia de la
corrupción, es el otro mecanismo que
muerde y no suelta, con el distintivo de marca de fábrica: derecha.
*** Un curioso contraste está en el fondo de varios hechos relevantes de nuestra Locolombia de
ayer con sobrevivencia hoy. Por uno de
los costados, aparecemos como el país
más feliz del mundo, por otro, ocupamos, como que para “poca vergüenza”, el puesto
penúltimo en evaluaciones externas de los escolares colombinos (Prueba Pisa). Y
al tiempo en esta locolombia querida, vivimos una super-inflación de iglesia de
todos los nombres imaginables y matizaciones microscópicas de un cosmos
ideológico sin principios ni fronteras. Una nota esencial atraviesa este
abigarrado mundo de dios: El peso del dinero,
que dice la manera cómo en últimas, todas ellas se “ganan la vida”. Reino de los fanatismos, la esperanza
extra-mundana y el miedo.
El atraso en cobertura y calidad del sistema educativo en este
país, que sigue siendo del corazón de Jesús, es a no dudarlo la raíz que explica que
no hayamos alcanzado una cultura cívica allende a la alfabetización escolar
ligada a un empalme civilizatorio con respecto a lo más avanzado del
pensamiento humano a través del discurrir de la historia de los pueblos. Y
mientras los sectores progresistas del espectro político no se apropien de esta
bandera y la inscriban en la agenda nacional de realizaciones posibles en el
contexto de una sociedad inclusiva con justicia social, seguiremos penando en medio de las carencias
y desigualdades en este orbe global en el que se ha pasado, en proceso
degradante, de la “economía de mercado” a una “sociedad de mercado”, según el filósofo de nuestros días Michael
Sandel, lo cual es tanto peor para
nosotros.
Ramiro del Cristo Medina Pérez
Santiago de Tolú, febrero 2 - 2014